FIESTA DE SAN ROQUE 2014, EN PIDO
Este año que el 16 de agosto, día de San Roque, caía en sábado, las fiestas de Pido comenzaron la víspera, el viernes, con una parrillada. Aunque rosaba (lloviznaba) ligeramente, bajo la carpa instalada en El Otero algo más de medio centenar de personas dieron cuenta de las costillas y chorizos preparados en la parrilla por José Luis y Borja de María y por Miguel Ángel Antón. Pasada la media noche, estaba prevista una sesión de Dj con Rober Guty, que no se celebró por inasistencia de éste.
Ya el 16 de agosto, los actos festivos en honor a San Roque comenzaron con la misa en su ermita a las 12, oficiada por el P. Juan Ignacio, quien destacó cómo, al igual que S. Roque dejó sus riquezas para cuidar a los afectados por la peste, hoy en día muchos misioneros, llevados por su deseo de hacer el bien, exponen su vida por atender a los enfermos de ébola, y animó a todos a ayudar en lo posible a quienes están a nuestro alrededor. La ermita estrenaba la decoración instalada por José Joaquín Sebrango, modificada respecto a lo que aquí se informó hace unas semanas, ya que las 14 estaciones del vía crucis que inicialmente se habían colocado fueron sustituidas finalmente por una pequeña cruz en cada una de ellas, lo que hace que las paredes no estén tan sobrecargadas.
Tras la misa, los asistentes se dirigieron a El Cuetu donde, bajo la carpa instalada al efecto, tuvo lugar la toma del aperitivo, al tiempo que se formaban corrillos y se saludaban muchos de los presentes tras, en buena parte de los casos, un año sin verse.
Por la tarde, la gran novedad fue la instalación en Conciellas de un castillo hinchable, en el que la numerosa chiquillería presente disfrutó de lo lindo. Allí al lado, se disputó el tradicional partido de fútbol, entre Pido y Espinama, que culminó con el triunfo de Espinama por 1-3. Un tempranero gol, apenas comenzado el encuentro, puso por delante a Espinama, empatando Pido antes del descanso. Dos goles conseguidos en los últimos minutos dieron el triunfo al equipo de Espinama. Previamente, se disputó otro partido, de media hora, entre un equipo de niños y otro de -digamos- mozos, en el que, tras adelantarse éstos por 2-0, los más pequeños acabaron empatando a dos.
De vuelta al Otero, a las ocho y media hubo degustación de jamón, cortado por Juanjo. Finalmente, cerca de la medianoche comenzó la verbena, con varias decenas de jóvenes y no tan jóvenes, que estuvo amenizada por el Dúo Calima, continuando la música prácticamente hasta el amanecer del domingo.
Última actualización: 17 de agosto de 2014