REHABILITACIÓN DE LA IGLESIA VIEJA
El 24 de abril de 2001 publicaba
El Diario Montañés, en su suplemento de "Patrimonio", un reportaje en el que se anunciaba la instalación en la iglesia vieja de Espinama de un "Museo de Religiosidad Popular de Liébana". Han pasado más de siete años y del museo no se ha sabido nada. La alegría que produjo saber que se iba a rehabilitar el edificio y a constituirse en un atractivo más para que la gente visitara Espinama se ha esfumado ya hace tiempo. Lo más triste es que, además, el edificio de la iglesia vieja sigue en estado de total abandono, tras la paralización de las obras efectuadas años antes de aquel anuncio por la desaparecida Escuela Taller de Potes.
Espinama no puede permitirse que el que, probablemente, es su edificio más antiguo conservado siga deteriorándose sin que nadie haga nada por evitarlo.
Espinama no puede permitirse dar la imagen que da el estado actual del edificio, sin tan siquiera limpiar su pórtico y accesos de las bardas y demás vegetación que crece libremente allí.
Espinama no puede permitirse tener en el centro del pueblo, un edificio tan señero sin darle utilidad.
Espinama no puede permitirse, ahora que su principal actividad es el turismo, desaprovechar la ocasión de atraer visitantes y visitantes que, además, se detengan en el pueblo.
Espinama no puede permitirse perder la oportunidad de que alguno de sus jóvenes encuentre empleo en el propio pueblo.
Espinama no puede permitirse que la iglesia donde muchos de sus vecinos actuales fueron bautizados y se casaron y donde reposan muchos de nuestros antepasados pase a mejor vida.
Por ello, debiera contactarse con el Obispado de Santander, propietario del edificio, y con la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria para conseguir la completa rehabilitación del edificio.
En cuanto al uso a darlo una vez rehabilitado, junto a la opción de instalar dicho Museo, está otra, más compleja y difícil de realizar, pero que expongo a continuación. Se trata de la posibilidad de que la iglesia vieja, tras ser restaurada, recupere su antiguo uso como parroquia, instalándose el Museo en el edificio de la iglesia nueva. Creo que esta opción tiene unas cuantas ventajas:
la mayor superficie de la iglesia nueva, buena parte de la cual además está despejada, sin paredes, lo que ofrece muchas posibilidades expositivas, frente a la relativa estrechez de la iglesia vieja y su forma alargada
el hecho de contar con un salón anexo que puede, en ocasiones puntuales, ser utilizado para ofrecer conferencias o exposiciones temporales, favorece la ubicación del Museo en la iglesia nueva
el aparcamiento con que cuenta la iglesia nueva es otra ventaja a su favor para ser sede del Museo
la mayoría de los feligreses que acuden a la iglesia es gente de edad avanzada que verían con muy buenos ojos no tener que subir al cotero en el que se ubica la iglesia, si la parroquia estuviera en la de abajo donde, además, sufrirían menos los rigores climatológicos al estar más protegida.
Por contra, la temática del Museo, la religiosidad popular, si definitivamente fuera éste el que se instalara, parece que encajaría mejor en un edificio antiguo como el de la iglesia vieja.
Como resumen de las características de los templos de Espinama vea este cuadro.
¿Está de acuerdo con la rehabilitación de la iglesia vieja? ¿Firmaría un manifiesto solicitándola? ¿Qué uso daría a la iglesia vieja una vez arreglada?
Opine
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El 27 de octubre de 2008 aparece el siguiente reportaje en El Diario Montañés.
Vea datos sobre su construcción aquí.
© Gabino Santos, 2008
